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4. Alvarado Santos, José

Narrador y ensayista.

(1911 -1974)

José Alvarado Santos fue un líder en el ámbito literario y periodístico de Nuevo León, así como un gran humanista por su labor como rector de la entonces Universidad de Nuevo León entre 1961 y 1963. Nació en Lampazos de Naranjo, el 21 de septiembre de 1911, hijo del profesor José Alvarado. Durante su juventud, debió mudarse a Monterrey para realizar su bachillerato en Colegio Civil. Ahí, demostró un profundo interés por la literatura y la sociedad, al realizar sus primeras publicaciones en la revista estudiantil Rumbo (1928), Archivaldo y El bachiller de Colegio Civil. Así, logró relacionarse con figuras como Juan Manuel Elizondo y Raúl Rangel Frías.

Mi historia

En 1930, partió hacia la Ciudad de México, donde continuó sus estudios en derecho, filosofía e historia en la actual Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Tras conocer a Octavio Paz, se incorporó en su equipo de trabajo en la revista Barandal. Poco después, regresó a Nuevo León para presenciar el nacimiento de la Universidad de Nuevo León, en 1933. En los años siguientes recibió su título como Doctor en Filosofía por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Al regresar a la capital, se incorporó como docente en la Escuela Preparatoria de San Ildefonso (hoy, Escuela Nacional Preparatoria). Impartió clases de ética y filosofía durante más de 20 años.

Como periodista, se volvió un referente a nivel nacional al colaborar con diferentes periódicos y revistas, entre las que destacan: Cuadernos Americanos; El Nacional; El Popular; Excélsior; Futuro y Romance; Partido; Revista Mexicana de Literatura; Siempre! y Taller. Por su lenguaje fluido, ingenio creativo y ágil brevedad, se le recuerda como un periodista adelantado a su época debido a sus cortos artículos.

En 1961, el gobernador de Nuevo León, Eduardo Livas, lo convocó para administrar la rectoría de la Universidad de Nuevo León. Sin embargo, su instalación generó controversia, en parte por las tensiones entre los diferentes grupos ligados al gobierno estatal y los poderes políticos. Por ello, y para mantener la unidad al interior de la institución, renunció al cargo en 1963.

Su obra, clasificada entre el cuento, ensayo y periodismo, ha sido estudiada en diversos momentos. Entre sus publicaciones, destacan: Memorias de un espejo (1953) y El personaje (1955), que contienen sus dos novelas cortas, además de cuentos. También cuenta con relatos como El retrato muerto (1965) y Cuentos (1977); los ensayos Tiempo guardado (1976) y Visiones mexicanas y otros escritos (1985); textos periodísticos reunidos en Escritos (1976), Luces de la ciudad (1978) y Alvarado el joven (1992).

Falleció el 23 de septiembre de 1974, con 63 años, debido a un accidente acontecido durante su regreso a la Ciudad de México, noticia que conmocionó incluso fuera de Nuevo León. En vida y después de su muerte recibió numerosos premios, tales como el Premio de Periodismo de 1929, organizado por el Centro Libanés, el Premio Nacional de Periodismo por parte del Club de Periodistas de México en 1974, tras su fallecimiento, debido a sus textos escritos un año antes. En 2020, la Universidad Autónoma de Nuevo León creó en su honor el Premio Nacional de Cuento “José Alvarado”, que continúa organizándose.

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