
15. Beltrán Otero, Francisco
Maestro e ingeniero militar.
(1862 - 1934)
Francisco Beltrán Otero fue un líder en la arquitectura civil de Nuevo León. Nacido en la Ciudad de México el 2 de abril de 1862, se trasladó a Monterrey en la década de 1880 para lograr la transformación urbana de la ciudad en pleno auge económico e industrial del país. Colaboró para fijar la frontera entre Nuevo León y Coahuila y diseñó la penitenciaría de la entidad, el Palacio de Gobierno y la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, entre otras aportaciones. Asimismo, fue un destacado profesor dentro del Colegio Civil, el centro educativo más prestigioso de su época, en el cual dio clases gran parte de su vida.
Mi historia
Desde sus inicios Fernando Beltrán Otero fue una figura destacada en su rama, escalando puestos con rapidez. Estudió Ingeniería en el Colegio Militar de la Ciudad de México, al terminar se volvió catedrático dentro de su alma máter y al poco tiempo fue capitán del Cuerpo de Ingenieros del Estado Mayor. La trayectoria del joven Beltrán Otero interesó al gobernador Bernardo Reyes, quien lo trajo a Monterrey en 1886 con el propósito de desarrollar y embellecer el paisaje urbano de la ciudad en construcciones que al día de hoy se consideran icónicas de Monterrey.
Francisco Beltrán Otero había participado previamente en la carta geográfica de Tamaulipas en 1884 y la construcción del Puerto de Matamoros; sin embargo, a su llegada a Monterrey, su primera aportación relevante en el estado fue liderar la expansión ferroviaria y gestionar la Comisión Geográfica Exploradora. Este grupo se encargó de identificar y ceder los territorios que pasaron a formar parte de Coahuila, como el municipio de Candela, así como supervisar el predio de Colombia que fue reconocido por Nuevo León en 1892, lo que le valió al estado tener frontera con Estados Unidos.
La relación de Bernardo Reyes con Beltrán Otero originó importantes obras de ingeniería y arquitectura. En 1887 construyó el Puente Juárez en Arroyo Santa Lucía, el segundo piso del Palacio Municipal de Monterrey y remodeló El Parián (actualmente el Mercado Colón). También lideró la construcción de la Penitenciaría del Estado en la Alameda Porfirio Díaz (hoy con el nombre de Mariano Escobedo) de la actual Avenida Pino Suárez. Este edificio inició su construcción en 1887 y entró en funciones en 1894, pero fue demolido en la década de 1940 para trasladar a sus prisioneros al Penal de Topo Chico.
Otro de sus proyectos más relevantes fue la edificación del Palacio de Gobierno, que desde el 4 de abril de 1895 inició su construcción contando con la mano de obra de trabajadores potosinos y, aunque desde 1901 el gobierno se encontraba trabajando en el recinto, Bernardo Reyes la dio por inaugurada el 16 de septiembre de 1908. Cabe señalar que previamente había dirigidola construcción de la Gran Logia del Estado de Nuevo León, el Palacio Municipal de Guadalupe y el edificio de Servicios de Agua Potable y Servicio Sanitario para Monterrey.
Por otra parte, Francisco Beltrán Otero también trabajó para la iniciativa privada. Fue la mente detrás del levantamiento del antiguo Casino Monterrey en 1888 antes de su transformación y de la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma en 1890, la cual surgió de la combinación de las dos principales empresas de cerveza en la entidad, según la propuesta de los regiomontanos Isaac Garza Garza, José Muguerza, Francisco Sada Muguerza, José Calderón Penilla y el estadounidense Joseph M. Schnaider.
Por otro lado, su paso por el Colegio Civil es imposible de ignorar. Desde su entrada a la institución en 1890, durante 42 años impartió clases de Geografía, Astronomía, Estadística, distintas asignaturas de ciencias exactas y formales, así como Francés, Inglés y Español. Asimismo, fue director de la academia en los períodos de 1905-1906, 1914-1915 y de 1915 a 1917, dando al Colegio Civil un renombre regional en el campo de las ciencias y humanidades, y por sus aulas pasaron las mentes más reconocibles en el imaginario neoleonés, quienes generaron nuevas universidades. También propuso el sistema de aprobación de 70 puntos sobre 100 que sigue vigente en la institución; pero en definitiva uno de sus mayores aportes a la cultura universitaria y la educación en el estado fue proponer la carrera de Ingeniería Civil en 1933 en su paso por el Comité Organizador de la Universidad de Nuevo León.
Francisco Beltrán Otero murió el 8 de enero de 1934 a los 71 años y a su defunción dejó en luto a una generación de estudiantes y profesores que reconocieron su paso por el Colegio Civil y la universidad. En los años siguientes, personalidades como el profesor Manuel Flores Varela, Raúl Castellanos Jiménez, Enrique C. Livas y el gobernador en turno Bonifacio Salinas Leal llevaron a cabo grandes homenajes en respeto a su memoria. Asimismo, en la Escuela Industrial “Álvaro Obregón” se encuentra un busto hecho en su honor por el escultor mexicano Ignacio Asúnsolo. Por su parte, la LXVIII Legislatura del Congreso del Estado de Nuevo León declaró a Francisco Beltrán Otero “Benemérito de la Educación” el 4 de abril de 1940.