14. Bazán Barocio, Elva Nora
Arquitecta.
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Elva Nora Bazán es una líder en la inclusión de las mujeres en la vida universitaria, pues fue la primera titulada de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Nuevo León (hoy Universidad Autónoma de Nuevo León). Es una figura que a pesar de mantenerse en el anonimato ha sido rescatada recientemente como una de las mujeres más importantes en la historia estudiantil de la institución. Fue un parteaguas para la inclusión de más mujeres en las facultades y comprobó la capacidad de éstas en los espacios tradicionalmente ocupados por hombres.
Mi historia
En contexto, la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Nuevo León había sido fundada en 1946 en plena rectoría del Dr. Enrique C. Livas desde la Facultad de Ingeniería. De este modo, a la a entrada de Elva Nora Bazán se trataba entonces de una institución joven, y este suceso fue la configuración de no sólo la identidad de la facultad, sino de la universidad misma, por lo que la inclusión de la joven estudiante ayudó a cimentar también el futuro de miles de mujeres egresadas de la Máxima Casa de Estudios.
El paso de Elva Nora Bazán por la institución fue memorable. Perteneció a la sexta generación de la carrera de Arquitectura y sus compañeros fueron Eduardo Batista, Enrique Calderoni, Oziel Contreras, Francisco J. Chávez, Pablo de la Garza, Gilberto González, Rogelio Gutiérrez, Armando Villarreal, Gustavo A. Lozano, Manuel Palacios, Mario Quintanilla, Héctor F. Reese Allen, Juan Ruíz Anguiano, Cástulo Rodríguez, y Celestino Tobías, entre otros. En 1952 fue la segunda persona en ganar el Premio al Saber, organizado por la Sociedad de Ingenieros y Técnicos de Monterrey, y en 1955 volvió a recibir este galardón. Cabe destacar que desde su egreso en 1957 pasaron cinco años hasta que en 1962 se titulara la segunda mujer en la historia de la facultad, Catalina Sánchez Aguilar.
Bazán presentó su examen profesional el 19 de diciembre de 1957 y su propuesta de tesis giró en torno a una residencia femenil universitaria como alternativa para alumnas foráneas en el marco de la primera época de la Ciudad Universitaria, que todavía se hallaba en construcción. En concreto, Bazán proponía establecer una de las residencias en la Colonia Anáhuac, vecina del campus, con una capacidad limitada a recibir 60 mujeres, para garantizar mayor seguridad a las nuevas estudiantes, aunque ésta fue sólo una de tres ubicaciones que sostuvo en su proyecto de investigación.
Si bien la tesis de Bazán no llegó a volverse una realidad para las futuras estudiantes, la argumentación de su propuesta se mantiene como un registro del ánimo de los universitarios de la década de 1950 por formar parte del futuro de la institución en desarrollo, así como del rol de las mujeres dentro de la identidad de esta facultad y de la actual Universidad Autónoma de Nuevo León. Por otro lado, no se puede restar el mérito personal de Elva Nora Bazán, quien además llevó tras de sí una lista de éxitos que la certifican como una de las alumnas más brillantes de su generación, como son sus reconocimientos por la Sociedad de Ingenieros y Técnicos de Monterrey.
Finalmente, su propuesta de tesis le valió el reconocimiento de la comunidad académica, la cédula profesional que la valida como arquitecta, con la matrícula 68224. Tras egresar, no tardó en volver a su alma máter como profesora auxiliar del Taller de Arquitectura, siendo la única mujer en el cuerpo docente de la Facultad de Arquitectura en 1959, en el cual había cuarenta hombres.
En conmemoración a su importancia como primera mujer titulada de la facultad, en 1988, Elva Nora Bazán cortó el lazo en la inauguración de una exposición de pinturas de exalumnos, junto al maestro decano y arquitecto Meléndez Hinojosa en representación del director de la facultad. Asimismo, asistió al evento el primer egresado de la institución, el arquitecto Primitivo Villarreal, y para representar a todo el cuerpo de antiguos estudiantes Everardo Garza Guerra.
De esta manera, la Facultad de Arquitectura ha reconocido el amplio legado de Elva Nora Bazán Barocio como una de las figuras clave en la llegada de más mujeres estudiantes a la universidad, quienes al día de hoy representan uno de los pilares del cuerpo estudiantil en la Máxima Casa de Estudios y siguen dando ejemplos de liderazgo en el estado de Nuevo León.