1. Aguirre Pequeño, Eduardo
Científico.
(1904 - 1988)
Eduardo Aguirre Pequeño fue un líder científico, médico e investigador originario de Hualahuises, Nuevo León. Nació el 14 de marzo de 1904 y tras la muerte de su padre su familia se mudó a Ciudad Victoria, Tamaulipas, donde terminaría su educación básica. En 1920 regresa a Nuevo León para estudiar en el Colegio Civil y seis años después asiste a la Escuela de Medicina de Monterrey. El legado de Aguirre Pequeño como científico e investigador se destaca por su carácter humanitario, autoinoculándose para describir a fondo los síntomas y efectos del mal del pinto (vitíligo) y fundando instituciones vitales para la ciencia en Nuevo León como la Facultad de Ciencias Biológicas y la Facultad de Agronomía.
Mi historia
El científico hualahuita fue el décimo hijo del matrimonio formado por Leónides Pequeño y Juan Aguirre. Tras el fallecimiento de su padre, ex alcalde de Hualahuises, Eduardo ayudó a su madre alternando el trabajo con sus estudios en el contexto de la Revolución Mexicana. Finalmente, la madre de Eduardo lo alentó a partir hacia Ciudad Victoria a casa de la familia de su hermana, Dolores. Sin embargo, años después volvería a viajar para continuar sus estudios en Monterrey.
El joven estudiante se graduó del Colegio Civil con las más altas calificaciones en 1926. Con rapidez, demostró su convicción por la ciencia al ingresar en la Escuela de Medicina, hoy Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León. A pesar de que la institución contaba con escasos alumnos y recursos, Aguirre Pequeño se graduó junto a cinco compañeros en 1932. Con su tesis, dedicada a la memoria del fundador de su alma máter, José Eleuterio González, fue aceptado en la Asociación Médica Mexicana de Monterrey ese mismo año.
En 1936, Aguirre Pequeño se estableció como profesor en el recién fundado Instituto Politécnico Nacional. Un año después, el científico neoleonés inauguró la cátedra de Parasitología, al mismo tiempo que se desempeñaba en la Escuela Nacional de Medicina de la actual Universidad Nacional Autónoma de México. Al finalizar la década de 1930, el médico mexicano empezó a estudiar una enfermedad tropical infecciosa que en su momento no se consideró grave: el “mal del pinto”, o vitíligo, caracterizada por la pérdida de color en distintas zonas de la piel.
Los aportes de Aguirre Pequeño al combate del vitíligo son pieza fundamental de su legado. En 1939, el científico se convirtió en el primer mexicano en ofrecerse como voluntario para un experimento de autoinoculación. Para ello, describió en su bitácora los detalles de la enfermedad, con la cual vivió durante cuatro años, hasta recibir penicilina en agosto de 1943.
Por otro lado, fue un arduo impulsor de la educación y la investigación en Nuevo León. En 1954, Aguirre Pequeño solicitó a Adolfo Ruiz Cortines, presidente de México, y Raúl Rangel Frías, rector de la entonces Universidad de Nuevo León, la creación de la Facultad de Agronomía (FAGRO). Posteriormente, en 1969, se desempeñó como miembro fundador de la Facultad de Ciencias Biológicas (FCB).
En 1972, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey le otorgó el Premio Humanitario “Luis Elizondo” por su heroica autoinoculación a favor de la ciencia. Además, recibió numerosos diplomas y el Ayuntamiento de la ciudad de Monterrey lo consideró “Deportista Distinguido”. En 1975, el H. Consejo Universitario de la UANL lo nombró Profesor Emérito, a la par de sus reconocimientos por parte de la FAGRO y la FCB. Finalmente, en 1986 la UANL le concedió el título de Doctor Honoris Causa y obtuvo la Presea al Mérito Cívico por parte del Gobierno del Estado de Nuevo León.
El Dr. Eduardo Aguirre Pequeño murió el 18 de julio de 1988 en Monterrey y recibió un extenso homenaje en el Aula Magna del Colegio Civil. En su honor, la Preparatoria 25 recibió su nombre, así como una de las calles cercanas a la Facultad de Medicina. En Nuevo León, se le recuerda como una de las figuras más representativas de la investigación científica en México.